9/18/2012

V. Jesús

Como describí en el post anterior (4º) conocí a Jesús cuando estaba a punto de cumplir mis 33 años. Realmente lo describiría como una persona muy simpática (esa es una de las cosas que más me llamó la atención de Él), dulce, cálido, tierno, firme, continente, como aquel amigo que todos quisiéramos tener. Me sentí absolutamente comprendido y amado por Él. Sus palabras fueron muy claras: "Estás viviendo una Purificación". Me dio una serie de tareas a realizar, como por ejemplo no comer carne los Viernes, hacer Penitencia y muy especialmente tener Paciencia frente al proceso que me tocaba vivir. Le dije a Jesús que no sabía lo que era hacer Penitencia, Él sonrió dulcemente y me dijo que le preguntara a Ana (una amiga muy católica que tenía). También me dijo: María (otra amiga en común con Ana) le preguntó a Ana algo que debía consultarme a mi, dile que la respuesta es SÍ. No tenía idea de lo que estaba hablando. Al día siguiente la llamo a Ana y le dije que había soñado con Jesús (otra cosa de mi no iba a creer) y le conté la charla que habíamos tenido en este supuesto sueño. Se quedó muy sorprendida cuando le comenté respecto a la respuesta que Jesús me había dicho que tenía que darle a María. Ana me preguntó: estás seguro que fue tan solo un sueño ? Era exactamente cómo había dicho Jesús: María le había encomendado a Ana que le preguntara a Jesús si su padre estaba o no en el Cielo, hecho que yo ignoraba. La respuesta era SÍ.
Luego de la charla con Jesús la angustia se desvaneció por completo y fue reemplazada por un estado de Paz que duró meses. Busqué durante un tiempo algún cuadro o imagen que se pareciera al Jesús que había visto y me había hablado. La que encontré más parecida es la siguiente:


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